jueves, 29 de enero de 2015

Hoy.

Hace un rato profanaba recuerdos, reí con locura irónica sobre la nostalgia de unas lágrimas olvidadas. Que pendejo es el querer después que no se siente, que maldita risa da la fiebre cuando se quita. Cuanta estupidez tienen las nobles hazañas cuando en retrospectiva ya no significan nada. Que inocencia más puta. Y los nervios, jajajja, esos si que tumbaron gobiernos y saltaron cercas. Que estadísticas más entusiastas. Dios! Como pasa el tiempo, viene de visita y se queda a mostrarte que todo se desvanece, hasta lo bonito que a veces se olvida. Hasta lo que nos juramos que se olvidó, pero mentira, pamplinas. Que ironía, que puedas ser tú mi próxima historia en retrospectiva.